Córnea & Cirugía Refractiva en Barcelona
La cirugía refractiva en Barcelona es el conjunto de técnicas quirúrgicas que, mediante el uso de la tecnología láser, corrigen la curvatura de la córnea y solventan los defectos refractivos del ojo, tales como la miopía, la hipermetropía y el astigmatismo.
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En un ojo normal, las imágenes entran en el ojo y son enfocadas por la córnea y el cristalino en la retina, actuando esta como la película de una cámara fotográfica, transmitiendo las imágenes al cerebro. Si estas imágenes no se proyectan en la retina, se produce visión borrosa y esto es lo que ocurre cuando el ojo tiene un defecto de refracción, esto se produce aproximadamente en el 45% de la población.
DEFECTOS DE REFRACCIÓN
EMETROPÍA
Los ojos ópticamente normales son capaces de hacer converger los rayos paralelos, que proceden del infinito, sobre la retina sin esfuerzo acomodativo.
HIPERMETROPÍA
Los rayos que llegan paralelos al ojo no convergen en un punto de la retina, sino en uno situado detrás de ella. Su incidencia es del 16% en la población. Se manifiesta como cansancio al leer o realizar trabajos de visión próxima. Hay sensación de pesadez de ojos, dolor de cabeza y dificultad para la concentración. La visión deficiente de lejos solo se da si el defecto es elevado. Sus causas suelen ser: acortamiento del eje anteroposterior del ojo, cambio en los radios de curvatura de la córnea o cristalino (que disminuyen su capacidad de convergencia) y cambio en el índice de refracción del cristalino.
MIOPÍA
Los rayos paralelos convergen en un punto situado por delante de la retina. Esto produce una visión borrosa de lejos. Su incidencia es del 8% en la población. Sus causas son: aumento en el eje anteroposterior del ojo, aumento en radio de curvatura de la córnea o del cristalino (que aumenta su capacidad de convergencia) y cambio en el índice de refracción del cristalino.
ASTIGMATISMO
El poder refractivo de los distintos meridianos del ojo es distinto, esto hace que los rayos que llegan paralelos no sean enfocados en un solo punto. Su incidencia es del 15% de la población. Puede presentarse aislado, pero habitualmente está asociado a miopía o hipermetropía. Su causa habitual es la alteración de los radios de curvatura de la córnea, que en lugar de tener una forma esférica la tiene elíptica. Así, el enfoque sobre la retina se podrá dar por delante, por detrás o por ambos lugares a la vez. Para poder ver de una forma nítida, es necesario enfocar las imágenes en la retina y esto se puede conseguir con gafas, lentes de contacto o mediante cirugía refractiva.
Consiste en eliminar o reducir los defectos de refracción (miopía, hipermetropía y astigmatismo), con el fin de conseguir una buena visión sin necesidad de gafas ni lentes de contacto. Para ello y en función de las dioptrías a corregir, la agudeza visual y la edad del paciente, se pueden emplear tres tipos de técnicas quirúrgicas: el Lasik, utilizando el láser excimer, las lentes epicapsulares flexibles y la facoemulsificación.
MÉTODO 1 DE CIRUGÍA REFRACTIVA
LASIK es la técnica más popular. Resulta apropiada para miopías entre 1 y 8 dioptrías e hipermetropía hasta 4 dioptrías, con o sin astigmatismo asociado. La técnica LASIK se aplica en las capas más profundas de la córnea. Para poder acceder a ellas se debe levantar una lámina corneal. A continuación, la luz ultravioleta del láser excimer modifica la córnea de forma precisa y homogénea para corregir el defecto refractivo. Finalmente, se recoloca la lámina corneal en su posición original sin necesidad de sutura. Esta técnica es la más frecuentemente empleada para la corrección de los defectos refractivos.
MÉTODO 2 DE CIRUGÍA REFRACTIVA: LENTES INTRAOCULARES
Para pacientes jóvenes, con miopías o hipermetropías elevadas, visiones límite o espesores corneales bajos, es preferible la colocación de una lente intraocular fáquica (sin extraer el cristalino) para corregir el defecto refractivo, que la utilización del láser excimer. Estas se introducen por una incisión de 3 mm que no es necesario suturar, con lo que se consigue corregir el defecto refractivo sin provocar astigmatismo. Otras ventajas son que se realiza con anestesia tópica (gotas), no requiere ingreso, la duración de la intervención es de unos 5 minutos y no es necesario tapar el ojo después de la cirugía, con lo que la recuperación visual es prácticamente inmediata.
MÉTODO 3 DE CIRUGÍA REFRACTIVA: FACOEMULSIFICACIÓN
En pacientes mayores de 45-50 años con defectos refractivos elevados y/o presencia de cataratas incipientes, se recomienda la técnica de facoemulsificación. Consiste en la extracción del cristalino y la colocación de una lente intraocular, con la que se obtienen excelentes resultados. En la actualidad existen lentes intraoculares multifocales que permiten disminuir la dependencia de la corrección óptica para la visión próxima con las que se están obteniendo excelentes resultados.
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